Semos lo que semos y no lo que quieran que seamos.
El Ateneo Libertario de Teruel somos personas, que confluyen físicamente y tienen un lugar de encuentro, de debate, de exposiciones, de lectura, de reflexión, de lucha, de consumir de forma alternativa, de establecer relaciones, aprender y enseñar, … y de pasear ¡al monte!
Funcionamos en asambleas abiertas, que por el momento son el primer miércoles de cada mes.
Para que se trate algún tema tienes que comunicarlo 5 días antes de la reunión, sea el punto una noticia, idea personal o/y propuesta colectiva…
Puedes personándote y dejándolo escrito en la sede física (el local, por ahora, de CNT) de 19:30 a 21:00 horas las jornadas L, M, X y J (el resto de horas y jornadas no lo aseguramos) o por correo ordinario (los datos estan en la sección DONDE LOCALIZARNOS) o al correo-e ateneolibertarioteruel (A) gmail.com
O al teléfono móvil 648 111 599 -todavía no tenemos What’s App ;D).También hacemos asambleas de grupos de trabajo (por ejemplo el de consumo, el de senderismo, de salud, de audiovisuales -proyecciones, club de lectura…).
El Ateneo se autogestiona a través de las cuotas de sus socixs (¿3 € mes?) y
comparte local con la CNT.
Los referentes históricos (de la wikipedia)
(…)Se puede decir que los ateneos populares o libertarios fueron una verdadera Universidad popular para la clase obrera de todas las edades, donde fue adquiriendo la formación cultural que le había sido negada por su condición social. El impulso racionalista, de liberación mediante la cultura, le da fuerza y legitimidad suficiente ante la clase obrera, que trataban los ateneos y las bibliotecas populares con reverencia. Sirven también como lugar de encuentro entre las personas del barrio, donde la gente debate, se conoce, crea vínculos de unión y plantea sus problemas a los demás.
Suponen también la primera vez en que muchas mujeres trabajadoras encuentran un sitio donde están en igualdad de condiciones con los hombres, donde van a aprender, y van tomando contacto con el anarquismo. El éxito de los ateneos libertarios fue abrumador, creando una cultura obrera y solidaria, pudiendo afirmarse que sustituyeron al Estado o a las órdenes religiosas en el papel de educativo de su tiempo.
Entre las actividades de los ateneos populares podían encontrarse boletines informativos, edición de libros y panfletos, excursiones al campo, conferencias y charlas, teatro, recitales poéticos, debates, clases de esperanto, o bibliotecas de libre acceso; generalmente estas actividades eran autofinanciadas por los usuarios. Algunos de estos ateneos, debido en cierto modo a la influencia anarcosindicalista, mantenían escuelas racionalistas en las que se escolarizaban los hijos de los trabajadores en un ambiente laico y progresista. Daban mucha importancia a la higiene como preventivo a las enfermedades, conocimiento de los métodos anticonceptivos y la sexualidad.
Los Ateneos que tenían una escuela, además de asegurarse de pagar a los maestros. Solía haber clases de alfabetización para adultos por las noches. Y una de las piezas claves de los Ateneos era que procuraban hacerse con una biblioteca, que en bastantes localidades era la mayor de la zona. Este fenómeno de difusión cultural estaba totalmente justificado, sólo en 1930 se calcula que entre 1/3 y 1/4 de la población española era analfabeta. También se daban bastantes variaciones entre unos ateneos y otros. De esto eran conscientes y se solían ayudar entre ellos, promoviendo incluso diversos proyectos de Federación entre ateneos, que nunca llegaron a cuajar.
El apogeo de los ateneos libertarios tuvo lugar antes y también a comienzos de la Guerra civil, en los que florecieron cientos de ellos por todos los barrios y pueblos de la España republicana. Solamente en la ciudad de Valencia había unos 15. En Madrid llegarían a ser unos 30. En todo Cataluña llegaría a haber unos 200. Sin embargo siempre sufrieron la escasez económica, y vieron cómo los jóvenes iban siendo reclutados progresivamente conforme avanzaba la guerra, quedando en manos de las mujeres y de los hombres no combatientes. Cuando terminó la guerra los ateneos fueron disueltos. En el caso del Ateneu Enciclopèdic Popular de Barcelona, que llegó a tener 26.000 asociados (era probablemente la asociación más grande de Barcelona), sus libros fueron quemados en las Ramblas por los falangistas. (…)